" LA IGNORANCIA MATA".
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sábado, 14 de julio de 2012

El peligro de las bebidas gaseosas.

Las bebidas gaseosas son productos perjudiciales para la salud, ya que en su composición intervienen sustancias que ocasionan considerables trastornos corporales, y pueden traer aparejadas gran cantidad de enfermedades.

A continuación se destacan algunos de sus componentes principales, y los efectos que ocasiona individualmente cada uno de ellos.

Azúcar blanca: Este ingrediente se encuentra en gran cantidad en las bebidas gaseosas, y es un potencial generador de enfermedades. Los azucares pertenecen a la familia de los carbohidratos. En particular, el azúcar blanco es un carbohidrato doble o disacárido, que en el organismo se descompone en celulosa y levulosa, constituyendo así dos carbohidratos simples. A diferencia de los carbohidratos complejos, como la fructuosa (contenidos en las frutas, vegetales, granos enteros, etc.), los carbohidratos simples se metabolizan rápido en el organismo, aumentando inmediatamente el nivel de glucosa, hecho que origina la liberación de grandes cantidades de insulina en el torrente sanguíneo. De esta forma, ocasionan una elevación repentina de los niveles de azúcar sanguíneo. 
Los carbohidratos complejos como la fructuosa, en cambio, son de lenta eliminación, lo que le confiere a la persona que los ingiere una sensación de satisfacción más duradera.

Los carbohidratos constituyen el “combustible” para el organismo. Una vez ingeridos, los mismos se convierten en glucosa. La glucosa es llevada a las células por la insulina, la cual es secretada por el páncreas. El organismo necesita glucosa para realizar todas las acciones que involucren gastos energéticos.

Los carbohidratos simples muy refinados no aportan nutrientes significativos. Por el contrario, capturan vitaminas y minerales esenciales en el organismo. En particular sustraen vitaminas del grupo B, entre las cuales se encuentran vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B12 y el acido fólico.

Estas son sustancias frágiles, solubles en agua, varias de las cuales son importantes para metabolizar los hidratos de carbono.

El factor hidrosoluble B, en un principio considerado como una sola sustancia, demostró contener diferentes componentes con actividad vitamínica.

A continuación se destacan las particularidades específicas de cada uno de los compuestos del complejo vitamínico B, enfatizando los mecanismos interrelacionados del organismo con las mismas, y los efectos congénitos de su carencia.

La vitamina B1 (tiamina, clorhidrato de aneurina), actúa como catalizador en el metabolismo de los hidratos de carbono, permitiendo metabolizar el acido pirúvico y haciendo que los hidratos de carbono liberen su energía. La tiamina también participa en la síntesis de sustancias que regulan el sistema nervioso y se encuentra involucrada en la en la producción de neurotransmisores.

La carencia de la vitamina B1 provoca trastornos psíquicos y trastornos en el metabolismo del sistema nervioso.

Si se reduce el aporte de la timina, el cerebro tiene dificultades para procesar la glucosa. Por consiguiente, la carencia de este nutriente altera las facultades mentales. Un déficit grave de timina no solo destruye las células cerebrales responsables de la memoria, sino que también aumenta el nivel de la proteína probable causante de la enfermedad de Alzheimer.

La vitamina B2 (riboflavina, lactoflavina), al igual que la vitamina B1 actúa como coenzima, es decir, debe combinarse con una porción de otra enzima para ser efectiva en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y especialmente en el metabolismo de las proteínas que participan en el transporte de oxigeno. También actúa en el mantenimiento de las membranas mucosas.

La disminución del contenido de la vitamina B2 provoca trastornos de la respiración celular, y, como consecuencia, alteraciones en el desarrollo y crecimiento, afecciones cutáneas de los labios, incubación de las uñas, atrofilia de la lengua, enfermedades del estomago, etc. Esta vitamina es uno de los componentes esenciales que intervienen en la respiración celular.

La insuficiencia de riboflavina puede complicarse si hay carencia de otras vitaminas del grupo B.

La vitamina B3 (ácido pantotènico), vitamina del complejo B, cuya estructura responde a la amida del ácido nicotínico o niacina, funciona como coenzima para liberar la energía de los nutrientes. También se conoce como vitamina PP. La insuficiencia de vitamina B3 produce pelagra, cuyo primer síntoma es una erupción parecida a una quemadura solar en los lugares donde la piel queda expuesta a la luz del sol. Otros síntomas son lengua roja e hinchada, diarrea, confusión mental, irritabilidad y, cuando se ve afectado el sistema nervioso central, depresión y trastornos mentales. Administrada en grandes cantidades reduce los niveles de colesterol en la sangre, y ha sido muy utilizada en la prevención y el tratamiento de la arteriosclerosis.

La vitamina B5 (niacina, ácido nicotínico) se presenta como cristales incoloros de forma de agujas. Es poco soluble en agua y alcohol y insoluble en solventes orgánicos. La niacina es imprescindible, ya que interviene en el metabolismo celular. Además, estudios recientes indica que limita la capacidad del hígado para producir colesterol.

La vitamina B6 (adermina, peridoxina) es fundamental para la descomposición de los aminoácidos. Esta vitamina cumple la importante función de asegurar los procesos biológicos que se llevan a cabo en el organismo, incluyendo el metabolismo de las grasas y las proteínas. En ausencia de piridoxina el metabolismo se altera.

Un creciente número de investigadores apoyan la teoría que la falta de vitamina B6, origina trastornos como el síndrome del túnel carpiano, la diabetes, la perdida de memoria y el síndrome premenstrual.

También es importante para el buen funcionamiento del cerebro, ya que es un nutriente fundamental para la formación de los neurotransmisores; es decir, las sustancias químicas que permiten que las células del cerebro se comuniquen entre sí y con otros órganos. Un déficit de esta vitamina afecta la memoria al reducir la capacidad de registrar, retener y recuperar información.

Otros efectos de la carencia de la vitamina B6 son los estados de detención del desarrollo, la acrodinia, distrofias musculares y algunas formas de anemia.

La vitamina B7 (biotina) participa en la formación de ácidos grasos y en la liberación de energía procedente de los hidratos de carbono. Esta vitamina del complejo B es necesaria para que el cuerpo procese las grasas y proteínas ingeridas. En el hombre y en otras especies animales, la biotina es sintetizada por la flora microbiana intestinal, además de la incorporada en la ingesta. La magnitud de esta síntesis es tan importante que representa la principal fuente de biotina en el ser humano. La insuficiencia de la vitamina B7 trae aparejados serios trastornos, ya que es necesaria para el mantenimiento de la salud de la piel y el aparato circulatorio.

La vitamina B12 (cobalamina, cianocobalamina) cumple un papel fundamental, ya que interviene en la producción de mielina, sustancia grasa que recubre las fibras nerviosas, permitiendo la circulación de impulsos nerviosos en el cuerpo. Dada la importancia de este nutriente para proteger los nervios, los bajos niveles de vitamina B12 se han asociado con una amplia variedad de trastornos, como la pérdida de la memoria, confusión, delirios, fatiga, pérdida del equilibrio y los reflejos, entumecimiento y hormigueo en las extremidades y pérdida de audición inducida por los ruidos. Asimismo, se ha encontrado una relación entre la carencia de la vitamina B12 y la demencia o la aparición de síntomas a los de la esclerosis múltiple. En caso de déficit severo, se produce una degeneración en la cubierta de mielina, que literalmente comienza a erosionarse.

Los investigadores han descubierto que la diferencia de vitamina B12, aumenta la concentración sanguínea de homocisteìna, sustancia que en dosis elevadas, además de ser toxica para la células cerebrales (por lo que se cree que podría estar involucrada en la enfermedad de Alzheimer), es una de las causas principales de las enfermedades cardiacas. Se ha demostrado que la homocisteìna activa la coagulación, haciendo que las células sanguíneas se vuelvan más adhesivas a las paredes arteriales.

Es efectiva en el tratamiento de la anemia perniciosa, en la cual parecen los miembros de los signos clínicos que cuando existe anemia por deficiencia de hierro, como es la falta de color en la piel y cansancio. Esta vitamina es necesaria en cantidades ínfimas para la formación de nucleoproteínas, proteínas y glóbulos rojos, y para el funcionamiento del sistema nervioso. Interviene en la formación de glóbulos rojos por parte de la medula ósea. El organismo humano tiene una reserva muy importante de vitamina B12, la cual esta almacenada en el hígado y en riñón.

El ácido fólico (folacina, ácido pteroilglutàmico) se encuentra catalogado como perteneciente al grupo B. El ácido fólico es una coenzima necesaria para la formación de proteínas estructurales y hemoglobina. Trabaja en combinación con 20 enzimas diferentes para la producción del ADN (ácido desoxi-ribonucleico), en material que contiene el código genético del organismo. Es, además, esencial pera el correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Es efectivo en el tratamiento de ciertas anemias. Además, parece prevenir los ataques cardiacos al reducir el nivel de homocisteìna, agente químico que ataca las arterias y se acumula en la sangre de las personas que consumen carne.

Esta sustracción de vitaminas y de minerales por parte del azúcar tiene consecuencias directas, además, sobre el aumento de las caries dentales. La desmineralización a la que se ve sometido el organismo conlleva la aparición, además, de trastornos orgánicos, entre los que se encuentran la diabetes, colagenosis, estreñimiento, enfermedades circulatorias, trastornos metabólicos, obesidad, etc.

Se ha realizado estudios sobre la relación del azúcar con la perdida de calcio. En el instituto científico para la nutrición de la universidad de Londres, el profesor Dr. Yudkin, tras largas investigaciones, asegura acerca de la importancia de las causas del infarto de miocardio, el sobre-consumo de grasas.

El premio Nóbel danés de medicina, Profesor Dr. Dam en sus famosos experimentos consiguió producir cálculos de colesterina en la vesícula de hámster, alimentándolos con un suplemento de harinas refinadas y azúcar. Estos sedimentos en la vesícula biliar, son del mismo tipo que los que tienen lugar en las arterias de nuestro aparato circulatorio.

Lancet demostró estadísticamente que los pacientes con ulcera de estomago consumían mucho mas productos dulces que el resto de las perdonas testigo.

Las bebidas gaseosas presentan contenidos de cafeína considerables, lo que produce una serie de trastornos corporales, y la formación de una adicción progresiva en las personas consumidoras de productos que tienen a la cafeína como participe.

La cafeína (Metilxantina) se extrae normalmente de la Coffea arabica. Esta sustancia es uno de los más poderosos psicoestimulantes. Se encuentra dentro del grupo de los alcaloides xàntocos, junto con la nicotina, la teìna, la cocaína, la teobromina, la faloidina, y la amanitina. La cafeína es muy potente y crea una rápida adicción, incluso mas que otras drogas.

Actúa como estimulante del sistema nervioso central, uniéndose a los receptores cerebrales adenosìnicos. Aumenta el estado de vigilia y tiene un efecto ergogénico (aumenta la capacidad de realizar esfuerzos físicos). Produce aumento del ritmo del ritmo cardiaco o estimulación cardiaca (efecto inotropo positivo), vasodilatación periférica y vasoconstricción a nivel craneal. Estimula la musculatura esquelética y el centro de la respiración. Además, aumenta la secreción acida gástrica y la diuresis. Puede provocar nauseas y vómitos, intranquilidad, ansiedad, depresión, temblores, dificultad para dormir y confusión mental.

Al ingerir dosis excesivas produce trastornos gástricos, jaquecas, insomnio, excitación, depresión con sacudidas musculares, doble visión, zumbidos en los oídos, disnea, dolores testiculares, prostatitis y hasta una psicosis con delirios, vértigos y convulsiones. En otros casos mas gravas incluye problemas estomacales (alta secreción de ácidos estomacales favoreciendo el desarrollo de ulceras pépticas), jaquecas, hipocondría, debilidad de memoria, defectos de visión y, eventualmente, cirrosis atrófica.

El consumo de la cafeína en un niño puede afectar negativamente su nutrición. En ciertas conductas desapercibas de alimentación, las bebidas gaseosas conteniendo cafeína pueden estar remplazando alimentos altamente nutritivos e imprescindibles, tales como los jugos de fruta y la leche. Además, un niño puede comer menos debido a que la cafeína actúa como supresor del apetito, de forma que puede producir retardos en su crecimiento. La cafeína debe necesariamente eliminarse por completo en la dieta de un niño, ya que no existen requerimientos nutricionales para que ellos no suceda. En el mismo sentido, esta restricción es imprescindible en un niño hiperactivo, debido a que es un estimulante del sistema nervioso ventral. La cafeína puede igualmente interferir el desarrollo normal del feto.

En experimentos con animales de laboratorio ha demostrado poseer capacidad de desarrollar defectos congénitos como malformaciones del paladar, ausencia de dedos (en manos y pies), deformaciones del cráneo.

Un excesivo consumo de cafeína, resulta en “cafeinismo” con síntomas que van desde el insomnio al nerviosismo. Estos problemas afectan mayormente a los niños que consumen de 2 a 7 bebidas gaseosas por día. El síndrome mas característico de abstinencia de cafeína es la cefalea.

Nuez De Cola: La Nuez de Cola (Cola acuminata Schott et Ende.) Es un ingrediente más de las bebidas gaseosas, y al contener cafeína aumenta aun más el contenido de alcaloides en la mezcla total. Son semillas sin tejido nutricio, que se obtienen de la Cola acuminata y se utiliza por sus propiedades estimulantes, para mitigar el hambre y la fatiga. En África, donde se origina la Nuez de Cola, es utilizada por la población indígena como estimulante para vencer la fatiga.

Su composición es la siguiente:

Bases xànticas: Cafeína (1.5-2.5%) y Teobromina (0.05-0.1%) Otros componentes son: catequizas (hasta un 6%, (+)-catequina, (-)-epicatequina), que muchas veces forman complejos con la cafeína, así como proantocianidinas (0.3%). Contiene almidón (30-40%) como sustancia de reserva. Posee, además, en pequeña proporción, aminas (dimetilamina, metilamina, etilamina y isopentilamina). También presenta algunos azucares, aceites esenciales y potasio.

La Nuez de Cola tiene efectos estimulantes debidos a la cafeína, disminuyendo la sensación de fatiga. En animales de experimentación ha mostrado un aumento de la actividad locomotora así como la secreción gástrica. En la nuez de cola, los efectos de la cafeína se ven modulados por la presencia de los complejos formados con las catequizas que liberan la cafeína lentamente, prolongando su efecto. Sus contraindicaciones son las mismas que la de la cafeína.

Ácido fosfórico: el ácido ortofosfòrico o fosfòrico es un ácido altamente corrosivo que tiene la capacidad de disolver sales de calcio, magnesio y sodio, entre otras. Se encuentra como ingrediente activo en las bebidas gaseosas originando trastornos de desmineralización en las personas que las ingieren.

Su nomenclatura comercial (según U.E.) es Acid 338, y es la forma en que parece en la lista de ingredientes de las bebidas gaseosas. Este, junto con otros ácidos inorgánicos, es utilizado como alternativa de otros ácidos orgánicos, mucho menos tóxicos, por su menor costo.

Se incorpora en productos envasados, ya que la disminución del pH reduce la capacidad de multiplicación de bacterias y hongos, lo que favorece la conservación de los ingredientes.

Las bebidas gaseosas utilizan este acido para estabilizar el sabor, junto a gran parte del dióxido de carbono agregado en la gasificación. La particularidad positiva, si así pudiera decirse, sería que la acción acidificante ayuda a controlar el desarrollo de la flora enteropatògenea digestiva sin detrimento apreciable de la flora láctica. El acido ortofosfòrico reduce el pH estomacal y la capacidad tampón o buffer de ciertos productos, mejorando la digestión de las proteínas vegetales, al convertir el pepsinògeno, producido en el estomago, a pepsina (esta reacción necesita un pH inferior a 5).

Sin embargo, el acido ortofosfòrico es el mayor responsable de la desmineralización del organismo (especialmente es un importante secuestrador de calcio, magnesio, sodio y hierro), incluso más que el azúcar blanca. Haciendo un resumen de sus acciones negativas mas remarcables sobre los diferentes minerales del cuerpo, podemos mencionar:

Calcio: desde el momento de ser ingerido el acido ortofosfòrico comienza a afectar el organismo, pues al estar en contacto con los dientes “ataca” el calcio contenido en los mismos, especialmente el esmalte dental. Los dientes parcial o totalmente descalcificados se transforman en frágiles y vulnerables a las caries dentales.

El proceso de desmineralización continúa y se acentúa en gran magnitud en el interior del organismo. El acido ortofosfòrico que llega a la sangre aumenta la acidez de la misma, alterando todo el equilibrio iónico, ya que desencadena el proceso que para neutralizarla y lograr el equilibrio deseado, el cuerpo deba utilizar las sales disueltas en la sangre (mayoritariamente de calcio, magnesio, sodio y hierro; en particular los carbonos y los silicatos). Esta acción de “secuestro” de dichos iones se produce mediante la formación de fosfatos insolubles. La sangre luego debe recuperar su concentración mineral, lo que logra sustrayendo los minerales de los huesos y de los tejidos cartilaginosos. Este mecanismo de autodefensa recibe el nombre de tampón o buffer orgánico.

Es importante mantener el nivel estable de calcio en la sangre para garantizar el correcto funcionamiento del corazón, los nervios y los músculos, así como la adecuada coagulación de la sangre. Las células requieren calcio para actuar como mensajeras y responder de forma eficaz a las hormonas y a los neurotransmisores. El acido ortofosfòrico, al capturar el calcio de la sangre ocasiona trastornos prolongados en el organismo, ya que la recuperación de los niveles necesarios de este mineral en el torrente sanguíneo no se desarrolla instantáneamente, sino que lleva un cierto periodo la recuperación del equilibrio. Durante este lapso las células del cuerpo no se encuentran en capacidad de dar respuesta eficaz a los mensajeros químicos, originando problemas hormonales y nerviosos (a nivel de la sinapsis).

La desmineralización de los huesos se produce en mayor medida en el sector cavernoso (diáfisis) antes que el tejido macizo (epífisis). Es en la diáfisis donde las agujas de tejido óseo, constituidas por sustancias cálcicas responsables de la absorción de los esfuerzos, van desapareciendo paulatinamente, lo que puede llegar a desencadenar facturas espontáneas sin necesidad de que existía golpe alguno.

Este proceso de descalcificación de los huesos recibe el nombre de osteoporosis y origina un reblandecimiento óseo general, con énfasis en los sectores cavernosos.

Si esta patología se presenta en edades prematuras, seguramente dificultara el crecimiento físico de la persona afectada (involucra en mayor medida el crecimiento longitudinal óseo). El individuo puede padecer de inflamaciones en la medula ósea (osteomielitis, tuberculosis, afecciones articulares infecciosas) y trastornos nerviosos en los procesos de la medula espinal (tabes dorsal, siringomielia). Además, puede comprobarse que este ácido produce incisiones a nivel de la malla colágena.

Hierro: otro defecto de desmineralización que presenta este acido es la sustracción del hierro, formando fosfatos de hierro insolubles, que luego son excretados y eliminados del organismo. Es por ello que la ingestión de acido fosforito puede ocasionar anemia por la carencia de hierro. Este proceso se extiende a gran cantidad de metales que son indispensables para el cuerpo.

Así, el cromo, el vanadio, el germanio, el zinc, el cobalto, etc. son eliminados total o parcialmente por la acción del acido fosforito, obstaculizando multitud de reacciones enzimáticas, de formación de vitaminas y de control de los radicales libres (u antioxidaciòn) en las que participan estos metales.

La falta de hierro produce una reducción del nivel de hemoglobina, una proteína que permite que el grupo hemos de los glóbulos rejos se una al oxigeno en los alvéolos pulmonares y lo transporten a todos los órganos. En consecuencia, estas células son incapaces de transportar el oxigeno necesario.

Otro de los principales problemas que origina el déficit de hierro, es la alteración del sistema inmunológico (disminución de las defensas corporales) facilitando la aparición de enfermedades. En los niños, la carencia de hierro puede provocar, entre otras patologías, detención del crecimiento y dificultades en el aprendizaje.

Magnesio: entre los minerales que captura el acido fosforito se encuentra también el magnesio. En el organismo, el magnesio cumple varias funciones importantísimas, como contribuir a la transformación de los alimentos en energía y la transmisión de los impulsos eléctricos a través de los nervios y músculos.

Dichos impulsos generan la denominada contracción neuromuscular, que permite la flexión de los músculos. Sin una cantidad suficiente de magnesio, los músculos (incluso el músculo liso presente en la pared de los vasos sanguíneos) sufrirían calambres, debilidad y anormalidades en su desempeño motriz. Es también esencial para administrar el metabolismo correcto de calcio.

Sodio: el sodio es uno de los minerales esenciales en el organismo. También el es alterado por el consumo de acido fosforito. Entre otras funciones, regula la cantidad del líquido en el cuerpo, facilita los impulsos nerviosos y musculares, y, junto con el potasio, mantiene la permeabilidad de las paredes celulares. Esta es una función vital para que los nutrientes y otras sustancias involucradas en la vida celular puedan entrar y salir de las células siempre sea necesario.

Colorante Col 150d (caramelo de sulfito amònico): el colorante col 150d (nomenclatura de la U.E.) o Caramelo de Sulfito amònico, es utilizado en las bebidas gaseosas. Además de aumentos en la dosis global de glúcidos, este producto sintético, al contener sulfitos, es muy dañino para la salud.

Los sulfitos son sustancias generalmente utilizadas -en muy pocos países- en la conservación de frutas y verduras, pero su uso también se extiende a otros productos como es el caso habitual de las bebidas gaseosas.

Antiguamente, hasta la década del 80, fueron considerados sustancias inocuas, pero el C.S.P.I. con el FDA han identificado a los sulfitos (contenidos colorantes en las bebidas cola) como agentes causables de por lo menos una docena de casos fatales e los EE.UU. En 1985 el Congreso de los EE.UU. obligo al FDA a prohibir el uso en los vegetales y en los vinos, por su sustantivo carácter toxico. Otros de los principales efectos de los sulfitos son los ataques asmáticos.